"Nunca volvería a acariciar la suavidad de su pelo, a intercambiar en secreto o una broma con él durante una cena con amigos, a lloriquearle al llegar a casa tras una dura jornada en el trabajo porque necesitaba algo tan simple como un abrazo; nunca volvería a compartir la cama con él, ni la despertarían cada mañana sus ataques de estornudos, ni reiría con él hasta dolerle la barriga, nunca volverían a discutir sobre a quién le tocaba levantarse para apagar la luz del dormitorio. Lo único que le quedaba eran un puñado de recuerdos y una imagen de su rostro, que día tras día iba haciéndose más vaga."
"- ¿Y si no hay nada malo, y si nuestra vida se reduce a esto? Hace falta una meta, ¿porqué tengo que ser yo la persona adulta y responsable, y no ser el chico mono y despreocupado que pasa el dia cantando sin parar..?
- Porque cuando cantas, ladran los perros.
- Te quiero demasiado, esto no durará...
- ¿Por qué?, Si no me voy a ninguna parte..."