Hoy he tomado una decisión. Decido arriesgar. Dejarlo todo e ir a buscarte. Llamo a tu puerta y me abres sorprendido, pero enseguida una enorme sonrisa se dibuja en tu cara. Y mi cara se ilumina.
Nos damos un fuerte abrazo, como tantas veces nos hemos dado y en ese momento empiezo a susurrarte lo importante que eres para mí. Que te necesito en mi vida, cada día. Que lo dejo todo para vivir cada día a tu lado. Que contigo me voy al fin del mundo. Que te quiero.
Tú te separas de mí dulcemente, me miras a los ojos, como tantas veces hemos hecho antes. Y sin decir nada me besas. Sobran las palabras. Nos besamos y en ese beso expresamos todo lo que nos hemos echado de menos. Ese beso expresa todos los “perdones” y todos los “te quiero”. Y simplemente nos besamos.
Y ahora un ruido me baja de nuevo a la realidad. Y no estás aqui. Y así otro día pasa sin más. Esperando tu llamada entre las cuatro paredes de mi habitación, entre las cuatro paredes que ahora forman mi vida.
jueves, 10 de enero de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario