sábado, 1 de diciembre de 2012



Me queman en las manos las ganas de tocarte, de rozarte la cara, de acariciarte la barriga, de caer por tus hombros, de entretenerme en los pelitos de tu barba... Me queman en los labios las ganas de robarte un beso, y otro, y otro y otro y otro, y mil millones más... la enferma obsesión de experimentar otra vez el sabor de tus labios, el maldito sueño que se repite cada noche, en el que te acercas lentamente a mí, mientras voy notando tu olor, y cierro los ojos, y te noto cada vez más cerca, y un escalofrío sube por mi espalda, y ya siento tu aliento y el roce de tus labios, esos labios que tanto me encantan, y justo cuando estás a 2 milímetros de mi boca abro los ojos, y me miras, nos miramos, me sonríes y tengo que sonreír yo por pura inercia, porque me encanta tu sonrisa... y entonces me despierto... Me quema cada noche el mismo sueño en mi almohada... Me queman en los dedos el roce de tu piel, tu mano agarrando la mía, un segundo más de lo necesario... y no querer soltarla jamás... Me queman en la cabeza las 8425674 veces que pienso en tí al día, y me queman en la boca las ganas de contarte todo lo que siento por ti, todo lo que me hacías sentir cuando te miraba, lo fácil que tu sonrisa contagiaba a la mía, todo lo que estaría dispuesta a dar por verte feliz... Me quema en el corazón la estúpida manía de hacerme ilusiones contigo... Me quema el sentimiento de quererte sabiendo que nunca volverás a ser mío...

No hay comentarios:

Publicar un comentario