miércoles, 5 de diciembre de 2012

Son lágrimas...

Muchas veces te duele tanto el corazón que te quedas sin lágrimas, eres incapaz de derramar ni una sola más, porque ya has llorado mares y océanos... En cada lágrima que cae por esa persona va una razón por la que te has enamorado de ella... si son miles de lágrimas son miles de razones... Podríamos decir que cuanto más lloras por alguien más amor has sentido, y que todo ese amor se ha transformado de un día para otro en dolor... Y basta para ello una sola mirada vacía, una sola palabra que no te da, el simple hecho de que esa persona mencione un nombre que no sea el tuyo... solo eso basta para que te sientas caer y caer y caer y caer... y duela... Y sientes como pasas de estar en la cumbre del mundo, rozando los límites de la felicidad, porque la esperanza y la ilusión te han dado alas y te han dejado subir y subir y subir... y de repente han dejado de sostenerte, ya no son capaces de aguantar por más tiempo la mentira que tú solo te has creado... y entonces la realidad te empuja hacia abajo, contra el suelo, y caes, y te haces daño... Y te quedas encogido en el suelo, llorando, derramando lágrimas que parecen consolarte... y lo único que te queda entonces es la esperanza de que cada lágrima sirva para que se vaya un pedacito del amor que sientes por él arrastrado por esa pequeñísima gota... Pero cuanto más grande ha sido ese amor más pedacitos tendrás que hacer, y más lágrimas necesitarás para sacarlo por completo de tu corazón... En eso consiste el olvido, por eso se tarda tanto en olvidar a algunas personas, porque el amor que te han hecho sentir es tan grande que el dolor tiene que ser proporcional a ese infinito...
A mí no me quedan lágrimas que derramar... pero podemos cambiar las lágrimas por palabras... y entonces tengo cientos de cosas que decirte todavía... por eso sigo escribiéndote textos que nunca vas a leer... porque para mi son un desahogo, es la forma que tengo de ir sacándome a pedacitos el amor que te tengo del corazón... aunque no he llegado al punto en el que duela menos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario